Según Wikipedia: la Cruz
–originalmente perteneciente al primer patriarca de Jerusalén tras la conquista
de la ciudad a los musulmanes– fue milagrosamente llevada al castillo-santuario
de Caravaca por dos ángeles, los cuales también forman parte de la imaginería
que compone la cruz.
Dominaba entonces en la taifa de Murcia el rey Benhud, que extendía su poder
por gran parte de Al-Andalus. Como llegase a Caravaca una partida de cautivos
cristianos, el reyezuelo de la ciudad, Ceyt Abuceyt, preguntó al clérigo Ginés
Pérez Chirinos, que venía entre ellos, cuál era su oficio. Respondiendo éste
que lo suyo era celebrar misa, el reyezuelo mandó se aparejara lo necesario
para satisfacer su curiosidad sobre el ritual cristiano. Al decir el sacerdote
que precisaba de un crucifijo para tal menester, aparecieron dos ángeles que,
transportando el relicario con el Lignum crucis, lo colocaron sobre el
improvisado altar. La milagrosa aparición hizo que el reyezuelo y toda su corte
se bautizaran.
Once años después de la aparición de la Cruz, el reino murciano pasó al
vasallaje del rey castellano Fernando III el Santo (1243-1244). La Cruz sirvió
de bandera y talismán contra ulteriores ataques musulmanes, en especial los
llevados a cabo por Alhamar el Nazarita, rey de Arjona y Granada. Con ello,
Caravaca se consolidaría como bastión de la frontera hispano-árabe.
Durante la invasión napoleónica, la Cruz permaneció oculta por miedo a la
rapiña que caracterizó a las tropas francesas. La Cruz fue objeto de un robo
sacrílego en 1934. Los ladrones sólo hurtaron la sagrada astilla, dejando
abierto el relicario cruciforme. Jamás se descubrió la autoría del hecho. Tras
la Guerra Civil Española, Pío XII concedió a Caravaca un nuevo Lignum crucis.
Era el año de 1945. La ciudad celebró con grandes fiestas el restablecimiento
de la reliquia.
La devoción a la Cruz de Caravaca fue extendida por todo el orbe cristiano
–incluidas Polonia, Francia, Alemania, Inglaterra, América, etc.– merced a la
Compañía de Jesús. En algunas partes de América, la Cruz es usada en rituales
de santería, vudú, candomblé, palo y otros ritos sincréticos, principalmente
entre descendientes de esclavos. La Iglesia reprueba dicho uso.
La ciudad de Caravaca de la Cruz celebra las fiestas en honor a la Vera Cruz de
Caravaca del 1 al 5 de mayo, reproduciendo con actos, procesiones y desfiles de
Moros y Cristianos, el pasado medieval y religioso de la ciudad.
En la mañana de Los Caballos del Vino, el día 2 de mayo, se rememora la leyenda
de la rotura del sitio musulmán en la fortaleza cristiana por unos caballeros
templarios. Dada la necesidad de bebida potable, por estar los pozos
contaminados por los sarracenos, los cristianos llevaron a la fortaleza unos
pellejos de vino atados a un caballo. De este modo rompieron el cerco moro y,
ya a salvo, ese vino fue bendecido por la Cruz y echado a los pozos,
purificando el agua y dejándola apta para el consumo. Esta tradición se
rememora el citado día, cuando las peñas caballistas caravaqueñas engalanan un
caballo y eligen a cuatro representantes para correr una carrera en la cuesta de
acceso al santuario de la Vera Cruz.
Oración a la Santa Cruz de Caravaca
CRUZ de CARAVACA
Cruz mihi certa salus
Crux est quam semper adoro.
Crux mihi defugium.
Crux Domini mecum.
La Cruz de Caravaca, usada por muchos creyentes, está en la Iglesia de la
Santísima Cruz en Murcia - Caravaca.
Con su oración se ganan muchísimas indulgencias. Siempre debe rezar: (5)
Glorias, (3) Avemarías (1) Padre Nuestro.
Crux Sacra Sit Mihi Lux
La Cruz sagrada sea para mí luz
Non Draco Sit Mihi Dux
No sea el dragón o demonio mi guía
Vade Retro Satana, Numquam Suade Mihi Vana Sunt Mala Quae Libas Ipsa Venena
Bibas Nunca puedas tú persuadirme la vanidad. Son malas las cosas que tú
propagas. Bebe los mismos venenos.
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